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¡Atención!

Los hechos y los personajes de la siguiente historia pertenecen a la ficción. cualquier semejanza a la realidad es pura coincidencia.

4. Jugando con los sentimientos. Parte 4


---------------Narra Alex--------------

Casi no pude creer lo que veían mis ojos, Selena… otra vez… no. Sentí una enorme ira y frustración. Selena estaba haciendo lo mismo que le hacía a todos los nuevos vampiros, lo mismo que le hizo a Mackayla, a Jackie, a Jessie, a Nick y a Christal… lo mismo que intentó hacer a mi.
Lo llamaba ‘el juego de los pecados’ consistía en usar al máximo su poder con el que lee las mentes, de esta forma los rodeaba con una especia de ‘campo de energía’ y podía leer la mente de cualquier persona, además podía adentrarse en sus recuerdos, cambiar cualquier cosa para que la victima lo recuerde mal… lo recuerde de la misma forma que ella juega.
Selena lo hacía por dos razones según me había dicho una vez: la primera era para descubrir información que tanto a ella como a su clan, les beneficiaran, eso sí… no tenía que hacer daño a la victima, la segunda razón era… por diversión,  ella rebuscaba en sus recuerdos, situaciones felices y los convertía en los peores recuerdos que puede tener, según ella es ‘Divertido’
Sin embargo yo siempre supe que lo hacía por una razón diferente a las dos primeras.

Christal se quedó helada a mi lado, seguramente recordó que había pasado con ella cuando Selena había utilizado su poder. Al igual que Mack, quien también estaba temblando incapaz de hacer nada.
Isabelle estaba llorando, temblando… se notaba que quería gritar, pero estaba tan asustada que ni siquiera podía hacer eso. Mi mente se puso en blanco, intenté calmarme pero no pude…vi como reía, como disfrutaba del dolor de los demás, ya era el colmo, siempre hacía lo mismo con las crías.

Salí corriendo hacia ella y la estampe contra el suelo, entonces el campo de energía mental se apagó e Isabelle rompió a llorar, esta vez casi gritando.
Selena me cogió del pelo y sentí como arrancaba algunos mechones, no me importó, yo también hice lo mismo. Entonces sentí sus uñas clavándose en mis piernas, no se como ella gano terreno sobre mi y se puso encima, yo doble mis piernas hacia arriba, y con mis manos me defendí de sus intentos de seguir cogiendo mi pelo ¿Por qué no hacía otra cosa? Si para defenderse cree que intentando dejarme calva lo conseguiría, estaba equivocada. Conseguí tumbarla en el suelo, y sentí el olor de mi sangre, en sus uñas, y el olor de la suya en las mías. La pelea iba en serio.

-¡Esto no tiene nada que ver contigo! Eran órdenes –decía ella.

-¿Acaso te ordenaron torturarla? ¿Eh? –pregunté yo furiosa.

Pude ver por el rabillo del ojo, que Mackayla y Christal estaban también en el suelo, sollozando, estarían recordando la vez en la que pasaron por lo mismo que estaba pasando Isabelle, un autentico infierno.
Oí los intensos gritos de Emily ‘Joey’, ‘Jack’ ‘ayuda’ decía ella alejándose de nosotras, si ella formaba parte de lo que estaba haciendo Selena, sería mi próxima victima.
Cuando sentí que ellos llegaban, le dí un puñetazo a Selena en la cara, y ella intentó hacer lo mismo, y al no conseguirlo, me rasguñó mas fuerte en el pecho ‘¿Porqué me habría puesto el pijama?’

-¡¿Pero que coño hacéis?! –oí decir a Joey, quien había venido corriendo. En seguida me cogió por los hombros y me alejó de Selena.

-¡Sueltame! –grité más fuerte que nunca. Entonces Jack y Danny llegaron por el mismo lado que había llegado Joey, y West al contrario, por el mismo lado que habíamos llegado Christal y yo.

-¡Selena, para! –oí decir a Danny

-No nos harán caso, llévatela Danny –dijo Joey.

Selena, aprovechando que Joey me tenía, intentó cogerme del pelo, pero Danny se lo impidió. West, tras ver a Christal casi llorando en el suelo, la ayudo a levantarse y la sacó de allí. Lo mismo hizo Jack con Mackayla y con Isabelle, ésta última estaba mucho más asustada.
Un poco más tarde, llegaron Jessie, Jackie y Nick.

-Nicholas, ayúdame con Isabelle por favor –dijo enseguida Jack.

Tanto Selena como yo intentamos aferrarnos para seguir con la pelea, pero Joey, me rodeo los brazos, me cogió y me sacó de allí. Danny estaba intentando calmar a Selena.
Lo último que pude ver fue a Jack, ayudando a Mackayla a caminar.




-¡Suéltame! –gritaba yo por todo el pasillo haciendo todo lo posible por que me soltara.

Él no dijo ni una palabra mientras me llevaba a la habitación más lejana de todas, incluso más lejos de lo que estaba la biblioteca, esa mansión era un laberinto y no sabría volver sola a la habitación. Entramos en la última habitación del último pasillo que había, allí me tiró a la cama y cerró la puerta con el pestillo.

-¿Ahora es cuando abusas de mi sexualmente? –No pude evitar preguntar ya que encima se quitó la chaqueta.

-Shh, calla –dijo simplemente, se acercó al baño y cogió un botiquín que había allí, volvió, se arrodilló ante mí y con algodón y alcohol comenzó a pasarlo por los rasguños de mi muslo, no me había dado cuenta de que había sangre por toda mi pierna.

-Eres tonta –dijo a continuación, ahora estaba tranquilo, cuando hacía unos segundos nos estaba gritando.

-¿Por qué? Por intentar defender a Isabelle… sabes perfectamente lo que la estaba haciendo –solté yo, apoyé mis manos en la cama y deje que me curara.

-Eres tonta por pelear con ella sabiendo que te iba a hacer daño, llevando ropa con poca tela y muy fina –dijo tocando mi camiseta de tirantes.

-¿Por qué me has traído aquí? –pregunté mirando bien la habitación.

Era como todas, vacía completamente salvo por una cama, un mueble, un par de mesillas de noche con lámparas encima, y unas cuantas sillas, además de una televisión encima de otro mueble.

-Conociéndote, no ibas a calmarte tan rápido si te llevaba a tu habitación y veías llorar a Isabelle.

-Quien seguramente, después de esto, no dude en coger la daga que le diste y se corte la cabeza –insinúe yo mirando a través de la ventana.

-Confía más en ella, no creo que algo así la lleve hasta ese extremo, además, Nicholas y Jack están con ella.

-Menudo día llevo. No me sorprende que Deborah diga que estoy estresada, después de todo con lo que tengo que lidiar.

-Haces bien tu trabajo, por eso siempre te encargan a ti mucho peso – ¿Me ha hecho un cumplido?

-Y lo dice quien me ha obligado a venir aquí…-solté un suspiro cansado- Gracias.

-De nada.

Nos quedamos en silencio un momento, cuando acabó de pasar el algodón por mi pierna, note como las heridas poco a poco iban sanando. Las heridas de los vampiros sanaban muy deprisa. Entonces él cogió otro pedazo de algodón, lo mojó en alcohol y lo paso por mi cuello, bajando hacia mi pecho lentamente. Esta vez estaba sentado a mi lado.
No quise mirar sus ojos en aquel momento, aunque por la forma en la que pasaba el algodón, estaba algo nervioso. No le impedí curarme el enorme rasguño que tenía desde el cuello hasta mi seno derecho, no era como si me estuviera metiendo mano, solo me estaba curando.

-Esto sería más fácil si estuviera alguien con poder curativo –insinúo él.

-Como Mackayla… oh espera… está lo bastante aturdida como para siquiera poder curar a alguien –dije yo con una sonrisa falsa.

-Hablaré con Selena…

-¿Y de que servirá? De nada… -solté un suspiro de cansancio-  esperaba que al menos Isabelle se librara de esto.

¡Isabelle! Se me había olvidado completamente. La pobre chica debe de estar más aturdida y confusa, y por mucho que Nick y Jack estuvieran con ella, estaba segura de que con la única con la que querría hablar era yo.
Me levante de un saltó y me dirigí en dirección a la puerta.

-Tengo que hablar con ella, estará muy asustada.

Sucedió tan deprisa que casi no me había dado cuenta, mientras intentaba abrir el pestillo, en seguida Joey me empotró contra la puerta, y nuestros cuerpos quedaron pegados. Sentí su respiración muy cerca, y su mano me tocaba la mejilla.

-Semidesnuda en una habitación… no puedo resistir –dijo él con los ojos cerrados.

-¿De que hablas? Fuiste tu quien me trajo aquí –espeté yo sin intentar nada.

-Mi intención sólo era calmarte y curarte, pero… no esto –dijo él y acto seguido me besó.

Era otro de sus besos profundos y desesperados, noté su respiración intensa y el tacto de sus dedos en mi mejilla, era la cuarta vez que me besaba. La primera, fue años después de aquel ‘incidente’; la segunda, no se si cuenta como segunda ya que le mordí; la tercera fue en la azotea del instituto de Nueva York, y ahora… ¿En serio conté los besos? Acaso ¿los recuerdo? No quería… en definitiva no quería, pero era inevitable, en alguna ocasión llegue a pensar que incluso los necesitaba, y cada vez que lo hacía me recordaba que fue lo que me dijo él para que tanto lo odiara.
No más, no podía permitir que jugara así conmigo. Ya que me tenía acorralada entre su cuerpo y la puerta, lo único que pude hacer fue girar mi cabeza, y tapar su boca.

-No… por favor –dije yo apartando la mirada.

-¿Por qué? –preguntó él despacio, apartó mi mano y comenzó a besar mi cuello.

El tacto de sus labio es mi cuello era suave, la piel se me erizaba del tacto, sentí nervios por un momento, y entonces desperté de todo, no podíamos seguir así, desde luego yo no podía.
Sólo pensar que los labios con los que tocaba mi piel, eran los mismos que besaron a Emily, que seguramente también besó la piel de ella… no podía. Recordé que me había besado en la azotea, y sólo un día después ya estaba con ella, y cuando me tenía en una habitación encerrada, quería lo mismo. Sentí tensión, las paredes se hacían más pequeñas, sólo estábamos nosotros dos, y si seguíamos así acabaría rindiéndome a él, mi cabeza daba vueltas, me vino a la mente sus duras palabras ‘Jamás saldría con alguien de menos estatus que yo’… y más ‘Tú eres una Carmesí y yo soy Última Voluntad’ y más… ‘Aunque crezcas, seguirás siendo una convertida’
Sólo juega conmigo…sólo juega conmigo… solo juega conmigo… solo juega conmigo…

-¡Sólo juegas conmigo! –solté de un grito, le empuje apartándolo de mi.

Con todos lo que tenía en la cabeza, recordándolo todo no me había percatado de donde estaban sus manos…. ¡Levantando mi camiseta! Ni siquiera había sentido cuando había empezado a tocarme, menos mal que lo aparté de mí.

Nos miramos silenciosamente, solamente bajo la luz de la luna que iluminaba la habitación desde la ventana. ¿Qué debería haber hecho? ¿Salir corriendo sin decir nada? ¿Esperar a que dijera algo? ¿Olvidarlo todo y saltar a sus brazos?
Me acomodé bien la camiseta, levanté los tirantes que habían caído por mi hombro, y me puse firme, sin saber que hacer.
Él no dejaba de mirarme, sus ojos reflejaban dolor… ¿Dolor? ¿Por qué? ¿Por haberle apartado? No podría ser eso, algo tuvo que pasar, Joey Williams no es de los que muestran sus sentimientos así de fácil.

-Para mi no es ningun juego –dijo él despacio. Cada palabra de aquella frase me llenó de irá ¿De verdad pensaba que iba a creerme eso? Era lo único que había hecho en todo momento que estaba conmigo, jugar.

-No puedo creerte, lo único que quieres de mi es llevarme a la cama, una vez que consigas eso te olvidarás de mi de la misma forma que uno olvida lo que comió el día anterior –Vale… eso no se donde me salió, fue uno de los comentarios mas absurdos que dije en mi vida.

-Yo nunca olvido lo que como el día anterior… de hecho, ayer comí arroz con tomate, el tomate estaba delicioso, aunque al arroz le faltaba…

-¡Basta! ¡Basta de todo! Déjame en paz, deja de perseguirme, deja de acosarme…  -¿En serio era lo que quería? ¿O justo lo contrario?

-¿Por qué crees que lo único que quiero de ti es tu cuerpo? Eres cruel –su mirada se veía cansada y decepcionada.

-¿Qué soy cruel? ¡Mira quien fue a hablar! –dije frunciendo el ceño.

-Antes te gustaba, antes querías estar conmigo. Me lo dijiste.

-Tú lo has dicho, antes. Antes de que me dijeras ‘Jamás saldría con alguien de menos estatus que yo’ Antes de que me llamaras ‘convertida’ antes de todo eso, me gustabas, y todo el mundo lo sabía, y no me importaba. Era una niña tonta, tal y como creías.

-Jamás pensé que fueras una niña tonta –el tono de su voz era cada vez más bajo y mas lento.

-Lo era y lo sigo siendo por dejar que me beses. Por favor… ¿Cómo una simple Carmesí inútil, una convertida que antes era humana podía aspirar siquiera a salir con Joey Williams, un vampiro de la Última Voluntad hijo de los presidentes del consejo? Supongo que eso fue lo que pensaste durante mucho tiempo…

-No puedo decirte la razón por la que lo dije, así que sólo me aferro a la esperanza de que algún día me creas cuando te digo que me arrepiento de haber dicho esas palabras, y de haberte hecho daño con ellas.

¡No! ¡No sigas! No quería que siguiera, si lo hacía, acabaría perdonándolo ¿Acaso eso fue lo que siempre quise? ¿Una disculpa? ¿De verdad mi corazón era tan débil? ¿De verdad estuve considerando perdonar? No podía, y precisamente porque no podía perdonarle, no podía seguir mirándole a la cara, me dí la vuelta despacio, abrí el pestillo y la puerta.

Caminé unos pasos hacia el pasillo y sin siquiera mirarle dije:

-Pues abandona todas tus esperanzas, porque no pienso creerte nunca.



6 comentarios:

Arix-chan dijo...

eso fue muy intenso... que viva alex! asi se habla! los cerdos como joey merecen sufrir largo rato xD

Mabi-chan dijo...

jejejeje >.< has visto? llevo subiendo caps a lo loco xD Seeeeeh!!! pero me un poco de penilla u.u estoy segura que si hubiera estado en el lugar de Alex me abría rendido fácilmente u.u

Arix-chan dijo...

si veo xD y sobre alex, bueno la GRAN MAYORIA de las mujeres abrian caido derretidas por joey, no es de extrañar que digas eso jajajaja

PD: que te gusta Redo? o.o eso si que es inesperado xD

Mabi-chan dijo...

Joey es un rompecorazones u.u no hay remedio >.<

He cambiado ahora me gusta Dylam! *.* Me encanta tu historia!! es genial!

P o u p e é ♠ C o r p s e dijo...

=w= muy buena historia

Anónimo dijo...

wii a si me gusta Alex nyajajaja a mi si mi hubiesen intentado atacar les ROMPERIA LAS PELOTAS crueldad nivel: MÁXIMO.